Durante el segundo semestre de 2018 se ha preparado entre CTFC y CPF este protocolo, que pretende facilitar la identificación y evaluación de la calidad de la madera en pie, y los posibles destinos industriales, de robles (Quercus petraea, Q. pubescens, Q. canariensis), fresnos (Fraxinus excelsior, F. angustifolia e híbridos de ambos), arces (Acer pseudoplatanus, A. opalus, A. campestre), cerezo (Prunus avium) y castaño (Castanea sativa). Se pretende crear una herramienta que permita a propietarios forestales y personal técnico responsable de la gestión forestal identificar y evaluar rápidamente el potencial de un árbol en diferentes fases vitales para producir madera de calidad. Así, se espera facilitar la integración de criterios de selvicultura de árbol individual y el diseño de las intervenciones selvícolas más adecuadas para generar productos madereros de alto valor añadido.
El protocolo consta de tres módulos:
- Módulo 1: identificación de las especies de interés: permite identificar, mediante los principales rasgos morfológicos, las especies objeto del presente protocolo, incluso durante los meses en que los pies no tienen hojas.
- Módulo 2: evaluación en pie del potencial de producción de madera de calidad en árboles pequeños e intermedios (CD10-25/30): permite detectar los pies con mayores opciones para llegar a generar productos de alto valor añadido, para su promoción mediante podas y/o claras selectivas, en función de su estado de desarrollo.
- Módulo 3: evaluación en pie de la calidad de la madera en árboles intermedios y grandes (CD25/30+): permite clasificar los árboles desde el punto de vista tecnológico y ayudar a valorar si es necesario aplicar alguna intervención selvícola sobre los mismos, por ejemplo, clara selectiva o apeo.
Este protocolo se ha preparado en base a normas oficiales de calidad de madera y conocimiento experto aportado en diferentes reuniones realizadas, especialmente, en el marco de la Segunda Reunión del Comité Asesor de Expertos del proyecto, celebrada el 11/12/2018 en Ribes de Freser.
Durante 2019 se realizará una evaluación en campo de la operatividad de este protocolo, así como una revisión de las cifras mostradas mediante consultas adicionales a personal experto, con el objetivo de editar y difundir la versión definitiva en 2020.